El termino "vino", según los puristas, solo debe aplicarse al producto que surge de la maceración, fermentación y crianza a partir del mosto de la uva. Pero en más de 90%, llamamos vino de mora al producto derivado de esta última, bajo el mismo proceso. Tomemos en cuenta que no solo es un proceso muy similar el que se aplica en la elaboración tanto de uno como del otro, sino que además el vino de mora tiene un grado alcohólico tan igual al de uva. También contiene fenoles, compuestos que dan esos matices de sabor tan especiales; antioxidantes que combaten los radicales libres, mejorando nuestra salud; pero lo más buscado en un vino, de cualquier tipo, se encuentra igualmente en el vino de mora: momentos de compartir, de disfrutar, de placer.
De casi cualquier fruta se puede elaborar un vino, pero la mora tiene características especiales que la hacen, después de la uva, la mejor para obtener un buen vino, por su sabor, aroma, color y hasta la forma de cultivarse tiene similitudes. En nuestra opinión, los puristas son solo eso, personas que se atan a si mismas a una ortodoxia que impide ampliar contextos. Que viva el vino de mora, también el de uva y cualquier otro que nos brinde satisfacción, salud, placer y momentos felices. ¡Salud!.
